SALTO Proyectos

Siles

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Revalorización de vivienda tradicional, 2019.

Trabajos realizados

Infografías:

SALTO proyectos

Nos encontramos con lo que en su día fue un patio, el centro de una casa vinculada al campo, asociada a las labores agrícolas predominantes en la actividad productiva de Jun. Alrededor de este patio, varios habitáculos y cobertizos. Con el paso del tiempo han desaparecido. Su ausencia no impide reconstruir mentalmente la cualidad espacial y atmosférica de lo que fue, un lugar con intensa actividad vital, seguro.

Los muros existentes se han resistido a borrar las trazas de lo que en esos espacios hubo: maderas, papeles pintados y otros revestimientos sencillos. Parece que, contra la agresividad del paso del tiempo, estos quieren permanecer en este lugar, como si les correspondiera.

Nos aproximamos a este lugar con los ojos abiertos. Atentos. En gran parte, ya sentimos que está construido. El tiempo se ha encargado de ello. Nos atrae no reconocer la mano del hombre. Su estado descuidado y ruinoso lo reconocemos como una forma de belleza. La desvencijada casa contribuye a ello.

Es un lugar bello, atractivo. El proyecto ya está hecho en su gran medida. Su cualidad atmosférica es auténtica, es densa, es pesada. Hay que preservarla, decidimos. Es lo que es. Una imagen sin artificios, sin pretensiones estéticas. El tiempo ha naturalizado una creación del hombre. Pensamos que ahí radica su autenticidad. Por ello, tomamos la decisión de focalizar la intervención, tan solo, en su adecuación funcional sin alterar su cualidad atmosférica esencial.

Para ello, planteamos modificar los puntos extremos. El contacto con la casa –actualmente muro medianero– cualificándolo como un lugar estancial reposado conectado con el interior del edificio que ahora estará vinculado a este patio. El otro contacto, con la calle, con la Plaza Manuel López Siles, mediante una estructura espacial de muros y espacios sin techo que se plantan sobre la traza de la casa demolida y que genera un recorrido quebrado de entrada. Una entrada indirecta, gruesa, no evidente. Una entrada que oculta intencionadamente el interior, que invita a descubrirlo. Una entrada con la que se pretende rememorar la experiencia espacial que se vivía en la casa que ocupó este lugar. Una entrada con una puerta de madera a la plaza, permeable a la vista. Detrás de ella, un pequeño patio entre cuatro paredes.

Un patio como el que ahí ha habido siempre. Y en él un árbol, un regalo a las miradas externas. Y una ventana, una invitación a mirar hacia algún lugar, hacia el lugar del agua. Detrás está ella. No se ve a primera vista. Se escucha su discurrir. Se despide cuando sales y te saluda cuando entras con un leve susurro que te acompaña en tu recorrido.

Este es el patio de ahora. Este es el patio de siempre.